martes, 21 de octubre de 2014

Ciccone y la perdida de exptes en IGJ I

Caso Ciccone: se complica la situación judicial de Alak

SOSPECHAS DE CORRUPCIÓN.
La Justicia tiene pruebas de que una oficina que depende del ministro extravió y podría haber adulterado información que comprometía a Boudou.

El caso Ciccone complica en la Justicia cada vez a más funcionarios. La jueza María Servini de Cubría instruye una causa que busca determinar si algunas de las máximas autoridades del Estado encubrieron al vicepresidente Amado Boudou al esconder y adulterar los documentos de la sociedad The Old Fund que debía custodiar la Inspección General de Justicia (IGJ). Ese organismo depende del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, a cargo del imputado Julio Alak. Clarín pudo saber que el funcionario quedó comprometido en ese expediente tras la recolección de pruebas y de un testimonio que complican su situación procesal, y también la de uno de los ex jefes de la IGJ.
Boudou está acusado de haber avanzado con su entorno sobre la empresa que imprime billetes para hacer negocios con el Estado.
Esta semana, la Corte Suprema de Justicia sacó un dictamen en el que le ordena al Gobierno que difunda la información pública sobre The Old Fund que consta en la Inspección de Justicia. Según confirmaron fuentes de esta trama política y judicial, tanto Servini de Cubría como el juez de la causa madre del caso Ciccone, Ariel Lijo, tienen en su poder un documento revelador que lleva el membrete del Ministerio de Justicia, firmado el 26 de abril, por el entonces titular de la IGJ, Marcelo Mamberti y que fue avalado por Alak.
Se trata de la admisión oficial de que uno de los trámites fundamentales que la sociedad The Old Fund realizó ante la IGJ fue “extraviado” en marzo de 2012, tan sólo un mes después de que el caso Ciccone se difundieran a través de dos medios: Radio Mitre y Clarín.
La resolución número 0000618 de la IGJ da por “reconstruido” ese “trámite”, después de admitir que se había perdido.
La “reconstrucción” de los papeles perdidos de The Old Fund correspondían al momento en que fue registrado el intercambio de dinero realizado entre esa firma y la sociedad Dusbel. Es una acción fundamental para determinar quiénes eran los verdaderos dueños de esas dos empresas que aparecen detrás de la imprenta, investigadas por la Justicia de Argentina y Uruguay por lavado de divisas.
Según consta en el documento interno de la IGJ citado en esta nota, el Ministerio de Justicia dio por “reconstruido” la información de The Old Fund en apenas cuatro fojas. Clarín pudo saber, sin embargo, que tanto Servini como Lijo tienen pruebas que muestran que el original de ese trámite tenía en realidad 22 fojas.
¿Qué pasó con las 18 páginas restantes?
Alak no hizo una denuncia penal al respecto.
La ex directora del Registro Nacional de Sociedades de la IGJ, Silvina Martínez, declaró ante Servini que ella misma había denunciado ante Alak la perdida del trámite de The Old Fund en su organismo, y que el ministro no hizo nada al respecto. Al contrario, la despedida fue ella.
Martínez le dijo a Clarín que “los funcionarios que reconstruyeron el trámite de The Old Fund fueron sacándole partes fundamentales para la investigación judicial, que son fácilmente identificables. Si el trámite tenía 22 fojas, su reconstrucción tiene que tener las mismas. Si no, podríamos estar frente al delito de violación de medios de prueba o documentos”.
Alak y Mamberti no piensan igual. La Justicia sigue actuando en el caso.
http://www.clarin.com/politica/Ciccone-Boudou-Alak_0_1233476663.html

Caso Ciccone: denuncian que la IGJ extravió y adulteró datos que complicaban a Boudou

El organismo que depende del ministro Julio Alak perdió papeles que llevaban a los verdaderos dueños de las compañías que estaban detrás de la imprenta. Las actuaciones fueron reconstruidas con escasa información
El Ministerio de Justicia que conduce Julio Alak quedó en la mira por la llamativa desaparición de datos sensibles para la causa Ciccone. El juez del caso, Ariel Lijo, tiene un documento firmado el 26 de abril donde la Inspección General de Justicia (IGJ) admite que en marzo de 2012 se extravió un expediente con información sobre las sociedades que estuvieron detrás de la compra de la imprenta de papeles de seguridad.
Los papeles perdidos de The Old Fund correspondían al momento en que se registró el intercambio de dinero realizado entre esa firma y la sociedad Dusbel. La documentación es clave para conocer quiénes son los verdaderos dueños que estaban detrás de la imprenta, hoy bajo órbita estatal. Los datos son importantes para las investigaciones que se realizan en la Argentina y en Uruguay.
El extravío originó la reconstrucción del expediente, un procedimiento habitual en sede administrativa. La particularidad de este caso es que la nueva carpeta tiene sólo 4 fojas, 18 menos que la original. Alak, funcionario del cual responde la IGJ, no realizó la denuncia penal y por eso se posó sobre él la lupa de la Justicia.
La resolución 0000618 de la IGJ, publicada este lunes por el diario Clarín, da por reconstruido el trámite y admite que el original se perdió en 2012, cuando estalló el escándalo. Está firmada por Marcelo Mamberti, ex titular de la IGJ. En este caso el vicepresidente Amado Boudou está acusado de haber avanzado sobre la compañía para hacer negocios con el Estado del que él forma parte.
El Ministerio de Justicia que conduce Julio Alak quedó en la mira por la llamativa desaparición de datos sensibles para la causa Ciccone. El juez del caso, Ariel Lijo, tiene un documento firmado el 26 de abril donde la Inspección General de Justicia (IGJ) admite que en marzo de 2012 se extravió un expediente con información sobre las sociedades que estuvieron detrás de la compra de la imprenta de papeles de seguridad.
Los papeles perdidos de The Old Fund correspondían al momento en que se registró el intercambio de dinero realizado entre esa firma y la sociedad Dusbel. La documentación es clave para conocer quiénes son los verdaderos dueños que estaban detrás de la imprenta, hoy bajo órbita estatal. Los datos son importantes para las investigaciones que se realizan en la Argentina y en Uruguay.
El extravío originó la reconstrucción del expediente, un procedimiento habitual en sede administrativa. La particularidad de este caso es que la nueva carpeta tiene sólo 4 fojas, 18 menos que la original. Alak, funcionario del cual responde la IGJ, no realizó la denuncia penal y por eso se posó sobre él la lupa de la Justicia.
La resolución 0000618 de la IGJ, publicada este lunes por el diario Clarín, da por reconstruido el trámite y admite que el original se perdió en 2012, cuando estalló el escándalo. Está firmada por Marcelo Mamberti, ex titular de la IGJ. En este caso el vicepresidente Amado Boudou está acusado de haber avanzado sobre la compañía para hacer negocios con el Estado del que él forma parte.
La ex directora del Registro Nacional de Sociedades de la IGJ, Silvina Martínez, declaró ante la jueza federal María Servini de Cubría que ella había denunciado ante Alak la pérdida del expediente y el funcionario no hizo nada al respecto. Al contrario, la echaron.
En diálogo con el periodista Nicolás Wiñazki, Martínez dijo que los funcionarios que reconstruyeron la carpeta "fueron sacándole partes fundamentales para la investigación judicial, que son fácilmente identificables".
http://www.infobae.com/2014/10/20/1602899-caso-ciccone-denuncian-que-la-igj-extravio-y-adultero-datos-que-complicaban-boudou

Alak minimizó la pérdida de documentos del caso Ciccone en su ministerio

Justificó el extravío del legajo al sostener que en todos los poderes del Estado desaparecen expedientes
 ministro de Justicia, Julio Alak , le restó importancia ayer a la pérdida de los expedientes de las firmas The Old Fund y Compañía de Valores Sudamericana (ex Ciccone), que desaparecieron en 2012 de la Inspección General de Justicia (IGJ), organismo que depende de su cartera.
"En todos los poderes, en el Ejecutivo, en el Legislativo y en el Judicial, suele extraviarse documentación o suelen sustraerla, lamentablemente", dijo el funcionario.
Según él, no se trata de una pérdida irremediable. "En este caso, la ventaja fue que el expediente estaba digitalizado", afirmó.
La desaparición de estos documentos motivó un sumario interno y una investigación penal, que está a cargo de la jueza María Servini de Cubría y el fiscal Carlos Stornelli. En esa causa se tomaron declaraciones de testigos, se ordenó un peritaje y agentes de la Justicia visitaron la IGJ en busca de pruebas para determinar qué fue lo que pasó con los papeles desaparecidos.
"No está claro que todo se haya reconstruido. El sistema informático era vulnerable", dijo ayer a LA NACION un funcionario que trabaja en el caso. Además, no se reconstruyeron todos los papeles; fuentes del ministerio sostuvieron que la IGJ no recupera lo que ellos llaman los "elementos preparatorios".
"Lo que pueden faltar son antecedentes, que no son de la administración pública", explicó ayer Alak, que dijo que cada vez que la Justicia le pidió información, su cartera se la entregó.
Además, Alak relató que una vez conocida la desaparición de la documentación, los funcionarios que dependen de él tomaron las medidas previstas para estos casos: "Se labraron las actuaciones sumariales correspondientes para establecer las responsabilidades administrativas que hubiera en los funcionarios de la Inspección General de Justicia". Negó asimismo estar siendo investigado él por este caso y haber sido imputado.
Los expedientes que desaparecieron están ambos ligados al caso Ciccone, la causa penal donde está procesado el vicepresidente Amado Boudou. En realidad, faltaban tres, pero uno reapareció. "[Ese expediente] se encontró mal encasillado y dos se reconstruyeron", dijo ayer el secretario de Justicia, Julián Álvarez, el número dos de Alak.
Los perdidos fueron los de Ciccone Calcográfica y The Old Fund, el fondo que se usó para comprar la imprenta y que presidía Alejandro Vandenbroele. El expediente que reapareció fue el de London Supply, la empresa que puso el dinero para levantar la quiebra de la empresa.
En sintonía con el ministro, Álvarez también le restó importancia al tema. "En cualquier juzgado pasa que hay expedientes que se extravían y se reconstruyen", dijo.
La pérdida de los expedientes sucedió cuando dirigía la IGJ Marcelo Mamberti, un hombre ligado al ex jefe de Gabinete Aníbal Fernández. Fue en febrero de 2012, cuando ya había estallado la investigación sobre Boudou por su actuación en la venta de la imprenta. Fue Mamberti quien ordenó reconstruir las carpetas perdidas.
Los investigadores judiciales no tienen claro aún si había documentación comprometedora en los tramos de los expedientes que no se reconstruyeron. No obstante, el juez federal Ariel Lijo, que investiga a Boudou, guarda en su caja fuerte el libro original de la sociedad The Old Fund donde constan los movimientos societarios más polémicos, como por ejemplo donde aparece Vandenbroele como "nuevo accionista" de la firma, hasta que su nombre fue tachado con birome.

EXPLICACIONES DEL MINISTRO

Julio Alak
Ministro de Justicia
  • La Inspección General de Justicia (IGJ), donde desaparecieron los expedientes ligados a Ciccone, depende del ministro de Justicia.
  • Alak le restó gravedad al caso y dijo que en todos los poderes del Estado se pierden documentosJUlio alak ministro de justicia.

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